sábado, 7 de septiembre de 2013

El tiempo no lo borra todo

Quien en su juventud, entre todos los amigos y amigas de la pandilla, no tenia uno que para el era muy especial aunque el otro no lo supiese, a mi me ocurrió con una chica. Pero llego un día que nuestros destinos se separaron, ella se tuvo que marchar y cada uno siguió el rumbo de su vida, sin volver a saber nada más el uno del otro. Siempre recordé a mi amiga, pero nunca tuve ocasión de verla ni de hablar con ella durante cuarenta y cinco años, pero para que veáis lo que es esto de Internet, hace unos días en un comentario en una red social, veo su nombre y no podéis imaginar la alegría que me lleve, inmediatamente le mande un privado y le dije quien era. Por supuesto me contesto, pero he de decir que mi amor propio se resintió, quedo un poquito tocado, me dijo que no me recordaba, que le diera alguna pista, si que se acordaba de otros amigos de la pandilla, pero que de mi no. Que desilusión cuando te dicen eso y no sabes que pistas dar, para que recuerden quien eras antes y no quien eres ahora, pues han pasado cuarenta y cinco años, y las fotos que tienes en los perfiles de las redes, son recientes y nada tienen que ver con la imagen que te quedo de hace tantos años. De todas formas, con las fotos de aquellos años que he subido, me ha dicho que si que me recuerda, menos mal, porque si se tuviera que fiar de las pistas nunca me recordaría, porque a ver, si digo que íbamos a pasear con la pandilla, por la carretera de Barrancos hasta el lanchar, los sábados domingos y días de fiestas, éramos bastantes chicos en la pandilla, o que paseábamos por la calle Sevilla por las tardes, o que en la feria de Septiembre, en el baile del paseo alguna vez Bailamos, o que íbamos al cine, son demasiados años para pretender que alguien recuerde como eras antes. Yo si recuerdo la noche antes de marcharse del pueblo, fuimos al cine (y recuerdo la película) nunca he olvidado lo triste que estaba y cuantas lagrimas derramo por tener que marchar y dejar atrás todos los años vividos en Encinasola, tantos amigos y tantas vivencias. Ahora que hemos vuelto a tener contacto, espero que no se rompa nunca nuestra relación de amistad, deseo poder tener alguna conversación, para rememorar aquellos felices años de juventud, en los que nuestra mayor preocupación era saber si el chico o chica que te gustaba, sentía por ti lo mismo que tu por el. Quiero que sepas, ahora que se que esto lo vas a leer, que siempre has sido y seguirás siendo una amiga muy especial y querida por mi, cuídate.

4 comentarios:

  1. Antonio eres un romantico,pero aquellos tiempos y tu lo sabes eran distinto,hoy si le gustas a una chica te lo dice a la cara,a mi me ha pasao,que algunas chavalas de mi niñez al cabo de cuarenta años o mas, me han confesado que estaban locas por mi...y me lo dices ahora.
    Para la otra vida ya seremos unos experto,un abrazo.

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  2. Si Enrique tienes razón, pero cuando estos recuerdos tan bonitos te vienen a la mente, no te queda otra que rendirte a la evidencia. Son recuerdos de tu juventud, recuerdos limpios, sin adulterar, recuerdos que solo te transmiten ternura, y si reencontrarte con esa chica tan especial de tu, casi niñez, aunque sea virtualmente a trabes de este medio, es ser romántico.......pues si, lo soy. Un fuerte abrazo querido amigo y gracias por tu comentario.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Amigo Erasmo, Siento no saber quien eres, no relaciono tu nombre con la gente de mi epoca, pero por lo que veo me conoces. Y respecto a la foto, tienes razon somos los que tu nombras y el que te falta es Manuel Viera Gimeno,"Manolete"desgraciadamente fallecio no hace mucho tiempo. Un fuerte abrazo amigo.

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