miércoles, 17 de noviembre de 2021

APUNTES HISTORICOS DE ENCINASOLA Volviendo ahora sobre lo dicho anteriormente, y siguiendo los datos recogidos por el Capellan Delgado, respecto al establecimiento de los naturales de Encinasola en el pueblo de Alora, debemos observar que este hecho parece mas verídico aun, si se tiene en cuenta que después de tantos años —cuatro siglos y mas— transcurridos desde la reconquista, las mismas costumbres se conservan en uno y otro pueblo, iguales apellidos; Alora como Encinasola tiene a la Virgen de las Flores y San Andres por Patronos, y a mayor abultamiento, los naturales de Alora que han visitado a Encinasola y que desconocían en absoluto el origen de su pueblo, han experimentado profunda sorpresa, declarando que les parecía vivir en su propio pueblo, pues aquí encontraban el mismo carácter, idénticas costumbres, análogas industrias, en todo, la propia manera de ser de la población en que nacieron. El mismo autor, hace también referencia de las cuatro peanas levantadas en las cuatro entradas principales de Encinasola. Cada una de dichas peanas sostiene una columna bien labrada de tres varas de altura, con su base y cornisa rematada por una cruz con Cristo crucificado, y en el reverso, tallada en finísimo mármol blanco, la imagen de Maria Santísima. En la columna correspondiente a la salida del pueblo con dirección a Portugal, hay un letrero que dice así: ”En el año de 1583, los mozos de esta villa hicieron esta cruz.” Al pie de la que esta en la salida de Cumbres, hay tres cañones y a la entrada que corresponde al camino de Fregenal, otros tres cañones de los que clavaron e inutilizaron las tropas francesas, cuando se apoderaron de esta villa a principios del siglo anterior. CONTINUARA . . . . . . . . . . 5º- Es digna de atención la sierra escarpada y altísima llamada de la Lapa, situada al Oeste, cerca de la orilla izquierda del Múrtiga, y a una legua de distancia del pueblo. En la cumbre hay una calzada, llamada del Moro, empedrada y conservada, viéndose en ellas algunas ruinas de edificios. La subida dicho punto es dificilísima. Dice que los moros , huyendo de las armas de los cristianos, se refugiaron en unas cortaduras artificiales que existen en aquel paraje. No muy lejos del mencionado sitio se hallan varias minas que tuvieron gran importancia y fueron explotadas en la antigüedad, mereciendo citarse las llamadas Cueva de Santa Maria, Gragera, Mojosa y otras en la Contienda, encontrándoselas en sus inmediaciones, escoria,atanores, indicios de haber habido allí fundiciones antiquísimas y otras señales que revelan la abundancia de minas diversas en el termino de Encinasola, que no se explotan por la dificultad en los transportes alcanzando algunos minerales tanta ley, que el análisis de los de cobre acuso una riqueza metalífera de 80 por 100, y ademas se ha comprobado la existencia de arenas auríferas en el lecho del Múrtiga, en el sitio conocido por Madre Vieja. La profusión de edificios antiguos, diseminados en el termino de Encinasola, dan también acabada idea de la importancia de este pueblo en otros tiempos. Entre esos edificios es digno de citarse al templo parroquial que consta de una sola nave de 40 varas de longitud por 20 de anchura y otras tantas de elevación; fabrica atrevida que indudablemente comenzaría a construirse con destino a fortaleza en tiempos de la dominación romana. La torre primitiva de esta iglesia, vino al suelo en el año 1775, a consecuencia de un terremoto. No obedece el referido templo en su arquitectura a orden determinado, pero la puerta que mira al Norte es del orden Jonico, la del Mediodía pertenece al Dorico y la de Poniente es del orden compuesto. La capilla mayor es de estilo Gotico. Ademas de este edificio merecen citarse la iglesia de los Santos Mártires y la ermita del Espiritu Santo convertida hoy en escuela. A una legua del pueblo se levanta el antiquísimo y celebre santuario de la Virgen de las Flores, Patrona tutelar de Encinasola y a un cuarto de legua esta la ermita de Rocamador. A doscientos pasos, junto a la Fuente del Rey, se encuentran vestigios de otra antigua ermita dedicada a San Clemente, que ya no existe. Tampoco existe la de San Sixto que se levantaba a un cuarto de legua al Sur de Encinasola, en la cima de una peña en la que hubo una población en épocas lejanas, iglesia y pueblo de los que se registran aun vestigios y escombros a la orilla del Caño. Hay la creencia de que en dicha peña, donde se han hallado monedas antiguas, candiles de barro, y armas de pedernal, existe oculto un tesoro, habiéndose encontrado un pozo con peldaños para el descenso y galerías en distintas direcciones que no han sido exploradas en toda su extension. Y hubo, en fin otra iglesia consagrada a San Juan Bautista, que fue derribada para ensanchar el cementerio.

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