martes, 9 de noviembre de 2021

Encinasola Apuntes Históricos Por D.Vicente Moreno y Moreno Año 1.947 De otro lado, la tradición señala a Encinasola, como teatro, en cierto momento, de las épicas hazañas del glorioso Caudillo Viriato. El indomable lusitano que cambiando la cayada de pastor por la espada de guerrero, dio tanto que hacer a la orgullosa Roma, venció a las famosas legiones de la señora del mundo, en los campos de Ardileja la sangre corrió abundante entre Salvatierra y Encinasola, según testimonian las historias de aquellos tiempos, (175 años antes de Jesucristo). También se destaco con singular relieve este pueblo de Encinasola, en la época de la irrupción de los moros;por entonces se construyó el gran Castillo y defensas anexas con paredes y murallas de cuatro varas de espesor, contando hasta 15 o 20 torreones o bastiones de mucha mayor anchura que avanzando de las murallas, hacian mas poderosa y segura la defensa del recinto. Tiene la indicada fortaleza doce varas de altura, y para hacer difícil su acceso, hacia un camino cubierto al que se daba paso por un terraplén hasta la puerta principal del Castillo, situada a Oriente. Estaba dicha puerta coronada por una bóveda sobre la que destacaba una barbacana dejando abajo un espacio como de dieciséis varas en cuadro, hasta salir al Castillo, existiendo otra barbacana que miraba al Norte. En el interior de la fortaleza había dos escaleras para subir a la plataforma superior y existía una tercera escalera en el ultimo lienzo de su muralla. El área de este Castillo, era como de cien pasos al largo por ochenta de ancho, y en este espacio se conservan todavía, una noria y una cisterna, ademas de las ruinas de varias construcciones y cimientos de casas. Debajo del lienzo de la muralla existía una bóveda cuasi subterránea. En el lado Norte había, y aun se mantiene en pie, una mole con tres fortísimas bóvedas y en cada una de ellas existe un salón. El primero que es cuadrado y de bastante extension, tiene alrededor un murallón terraplenado al que vulgarmente llaman la Campanita baja y se penetra en el por una puerta pequeña sobre la cual una barbacana grande, de cantera muy gruesa , defendía la entrada. Encima se elevan las otras dos piezas o almacenes superiores, dejando un espacio como de cuatro varas, al rededor de la primera, sirviéndole de acceso, una puerta pequeña y escaleras muy angostas, de difícil subida, que conducen a lo alto del Castillo, donde se hallaban emplazados, dos cañones de grueso calibre, que inutilizaron y clavaron con los demás que había en los otros fuertes de que se hablara después, cuando los franceses se apoderaron de estas fortalezas durante la guerra de la Independencia. Desde la explanada, que medirá unas veinte varas en cuadro, se divisan mas de veinticinco leguas de tierras de Portugal, y en ella había una torrecilla con su campana, destinada a llamar a las tropas. Esta magnifica construcción se halla medio en ruinas, parte por haber hecho allí considerables destrozos los franceses, parte por la codicia de los vecinos que han utilizado cantidad considerable de sus materiales para levantar casas en las inmediaciones del Castillo y en otros lugares de la población. En el siglo XVI se construyeron otras dos fortalezas, en los dos cerros que se elevan al Norte y al Sur de Encinasola, en linea recta con la iglesia y el Castillo ya mencionado. La primera de dichas defensas, se llamo fuerte de San Felipe, del nombre del gran Rey Felipe II que lo mando edificar. La del Sur se denomino fuerte de San Juan, del nombre del hermano natural de aquel Rey, el invicto don Juan de Austria. Ambas fortalezas fueron fabricadas de un argamazon tan solido y compacto, que los franceses no pudieron derribar sus poderosos muros, aunque emplearon para ello el pico y los barrenos y obligaron a trabajar en la destructora a los mismos vecinos de Encinasola y de otros pueblos comarcanos. El fuerte de San Felipe es de figura redonda, y en la plataforma superior montaba dos o tres cañones de grueso calibre. En el interior existen dos piernas circulares. A dicha fortaleza se sube con escalera de mano. El fuerte de San Juan, esta rodeado por una fosa de bastante profundidad con su puente levadizo para entrar en la fortaleza, la cual por su disposición y solidez se hacia realmente inexpugnable. Mide, el citado fuerte, unos 200 pasos en su perímetro exterior, amurallado con ángulos salientes, resultando la planta de figura cuadrada. Sobre el terraplén interior se eleva redonda torre, mayor que la de San Felipe, y en el interior de ella como en la del otro fuerte, hay dos salas o almacenes. Sobre la plataforma superior estaban emplazados 3 cañones de gran tamaño. De ambos fuertes se hicieron dueños los franceses en tiempo de la guerra de la Independencia, según dejamos apuntado mas arriba. Cuando esto ocurrió existían en los fuertes de San Felipe y San Juan mas de 6000 fusiles y gran cantidad de balas, barriles de pólvora, y comestibles y acopios en abundancia, pertenecientes a la División del General Ballesteros y hasta la Caja Militar. Las guarniciones de dichas fortalezas capitularon después de haber sufrido Encinasola diez días de terrible cerco, quedando casi destruida la población con el bombardeo de los franceses que, no obstante de pasar de 8000, comandados por el duque de Garsan y por el barón del Imperio, y contar solo Encinasola con su vecindario y la escasa guarnición de los fuertes, hallaron tremenda resistencia, al punto de irritar tan ferozmente a aquella sangrienta soldadesca, que fueron sacrificados bárbaramente a su cruel venganza de víctimas inocentes, arrastrando sus cuerpos por las calles de la población y haciéndolos pedazos para intimidar al heroico vecindario, que, defendiendo bizarramente sus hogares, hubo de ocasionar considerables perdidas a los franceses, durante el asedio. Las mismas fortalezas y el Castillo y murallas del pueblo que aun se hallaban en buen estado, se mantuvieron Felipe V, en la famosa guerra de accesión, gracias al denodado esfuerzo de los habitantes de esta Villa, que con su bravura impidieron la entrada y los saqueos de los austriacos, sosteniendo al igual de Badajoz la causa del nieto de Luis XIV, cuando todos los pueblos comarcanos y hasta la propia corte de las Españas llegaron a jurar obediencia al archiduque Carlos. Por la lealtad a Felipe V, este Rey quiso premiar los prodigios de valor del vecindario de Encinasola, otorgando para en adelante, a este pueblo, como blasón a escudo de armas, una encina en campo blanco, símbolos de la fortaleza y de la lealtad, de que tan gallardas muestras había dado, en defensa de los derechos de aquel monarca. Todo esto puede verse en la historia manuscrita, autorizada y probada por doce Escribanos del Reino, que se guardaba en el archivo de los señores Silva y Pantoja de Badajoz, donde el autor de estos apuntes ha tenido ocasión de leerlo. Continuara . . . . . . . . . .

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